JM, Escucha

"Escucha lo que el Señor te pide: es tan sólo que practiques las justicia, que ames con ternura,

que camines humildemente con tu Dios. " (Miqueas 6,8) ¡Queremos escucharte!

Seguramente todas estamos de acuerdo de que en Jesús María nos comprometemos con la JPIC.

En nuestra misión de todos los días y en los deseos de más,

en la monotonía de la cotidianidad y en la ilusión de los nuevos proyectos,

en las grandes empresas y en los pequeños gestos.

Queremos ofrecer este Blog como un espacio en el que compartir 
aquellas acciones que nos ayudan y ayudan a nuestro mundo 

a crecer en nuestra relación
con Dios, con los demás, 

con la creación y con nosotros mismos.

Lo que hacemos en algún lugar del mundo será causa de alegría y nos dará ánimo y fuerzas.

Te invitamos a llenar este Blog con Acciones 

en favor de la Justicia, la Paz 
y la Integridad de la creación. 

¿De qué se trata?

Esta página quiere ser un espacio para compartir nuestros sueños, deseos y acciones por vivir el Reino. El Reino que ya está en nosotros y entre nosotros.
Encontrarás una pestaña en español, inglés y francés, donde se explican los objetivos del Blog. 
Aquí, en la página que se llama "Noticias - News - Nouvelles", aparecerán las entradas que entre todos vayamos escribiendo, cada uno en su lengua. 

¿Cómo hacerlo? Podés enviar tu Entrada a la persona responsable de JPIC en tu Provincia, y ella podrá subirla al Blog.

Te animamos a compartir tus experiencias, aunque parezcan pequeñas; son nuestros intentos por sumar en favor de la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación. 

Aquello que hacemos en nuestras comunidades, colegios, misiones... y que “vale la pena para alguien”, como relata este cuento de autor desconocido:

"Se cuenta que había una vez un escritor que vivía en una tranquila playa, cerca de un pueblo de pescadores. Todas las mañanas andaba por la orilla del mar para inspirarse, y por las tardes, se quedaba en casa escribiendo.

Un día, caminando por la playa, vio a un joven que se dedicaba a recoger las estrellas de mar que había en la arena y, una por una, las iba devolviendo al mar.

- ¿Por qué haces eso?, preguntó el escritor.

- ¿No se da cuenta?, dijo el joven. La mar está baja y el sol brilla. Las estrellas se secarán y morirán si las dejo en la arena.

- Joven, hay miles de kilómetros de costa en este mundo, y centenares de miles de estrellas de mar repartidas por las playas. ¿Piensas acaso que vas a conseguir algo? Tú sólo devuelves unas cuantas estrellas al océano. Sea como sea, la mayoría morirán.

El joven recogió otra estrella de la arena, la lanzó al mar, miró al escritor y le dijo:

- Por lo menos, ¡habrá valido la pena para esta estrella!

Aquella noche el escritor no durmió ni consiguió escribir nada. A primera hora de la mañana se dirigió a la playa, se reunió con el joven y los dos juntos continuaron devolviendo estrellas de mar al océano."